martes, 29 de junio de 2010

Seccional CDP Valverde-Montecristi rechaza difusión imágenes sangrientas en Medios televisivos

La Seccional Valverde-Montecristi del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), no comparte la difusión de imágenes crudas, fuertes y sangrientas por los medios televisivos en horarios que puedan ser vistos por niños y adolescentes por entender que estas lesionan el pensamiento y la formación de nuestros infantes.

Nuestro gremio periodístico se hace eco de las constantes reclamaciones realizadas por gran parte de los habitantes de la provincia Valverde, que han expresado por diferentes medios que la presentación de imágenes sangrientas es uno de los factores que inducen e incrementan la violencia en la población juvenil.

Es muy lamentable que los medios de comunicación de nuestra provincia, que son los mas comprometidos con la formación y educación de toda la población en sentido general, estén contribuyendo de forma directa o indirecta a la formación de una sociedad de jóvenes y niños que reciben a diario y con normalidad imágenes de personas acribilladas, decapitadas, ahorcadas, asesinadas y tiradas en pozos de sangre.

No pretendemos limitar la libertad de difusión y expresión de imágenes que son noticias, solo queremos que la población pueda recibir las informaciones sin lacerar la formación de quienes serán los hombres y mujeres del mañana, estando todos comprometidos a contribuir para que sean seres humanos de bien y que luchen por una humanidad cargada de paz y no de violencia.

Solicitamos a todos los propietarios y directores de los medios de comunicación de nuestra provincia, así como a todos los comunicadores a colaborar con la no difusión de imágenes crueles, cargadas de situaciones violentas, que puedan contribuir cada día a que tengamos una sociedad más violenta y delincuencial.

Sus directivos,

Lic Leaquina Rodríguez
Presidenta

Lic. Quiro Gómez
Sec. de Organización
Lic. Augusto Santana
Secretario

Lic. Felipe Morel
Tesorero

Lic. Víctor Pérez
Vocal

domingo, 13 de junio de 2010

Los orígenes de la Expedición del primero de Junio de 1959

El origen y la formación del Movimiento de la Liberación Dominicana, el 1 de enero de 1959, en Venezuela, que da lugar a la expedición del 59. Una historia sobre el general Juan Rodríguez García (Juancito), quien entregó su vida, su fortuna y sus hijos en la lucha en contra del tirano, Rafael Leonidas Trujillo Molina.


El Movimiento de Liberación Dominicana tenía dos ramas, la política y la militar. Los primeros dominicanos  van a Cuba y coordinan con el gobierno revolucionario de Fidel Castro apoyo a la expedición dominicana.

La única condición de Castro fue que el comandante de la expedición fuera Enrique Jimenes Moya, un reconocido dominicano del exilio, quien peleó en la revolución cubana, resultando herido, mereciendo el reconocimiento y el ascenso.

Las viudas y madres de los participantes en la expedición se reunieron y conformaron la Fundación Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo.

Su principal tarea fue recuperar las osamentas de sus expedicionarios. De 198 guerrileros que vinieron ya han recuperado los restos de 126. Las primeras osamentas conseguidas fueron en las costas de Puerto Plata, por donde desembarcaron en Maimón y Estero Hondo.

También consiguieron unas 67 osamentas en un patio que era usado por el CEFA en aquel momento, actualmente campo de entrenamiento que está detrás de la academia militar Batalla de las Carreras.

Posteriormente, en el mismo aeropuerto de Constanza, donde desembarcó la expedición aérea, encontraron otras cinco osamentas.

En cada uno de los 198 expedicionarios de Constanza, Maimón y Estero Hondo, de junio de 1959, hay decenas historias que contar.


Fueron hombres que en su gran mayoría perdieron sus vidas, no les importó su profesión, su juventud o la familia que dejaban.

Muchos de sus testimonios se pueden conocer en la Sala Memorial a los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo que está instalada en la estación del Metro de Santo Domingo, en el Centro de los Héroes.

’Me voy mañana; no aguanto más”, escribió el capitán Juan de Dios Ventura Simó a su esposa, Ventura Simó desertó de la aviación militar de la tiranía de Rafael Leonidas Trujillo para venir a combatirlo en la expedición del 14 de junio de 1959. Fue apresado, torturado y asesinado sin piedad por parte de los esbirros de la dictadura. Su cuerpo fue desaparecido el 8 de marzo de 1960, y se cree que fue lanzado al mar.


Sufrió crueles torturas y murió desquiciado, sus restos fueron lanzados al mar, es lo que se ha dicho sobre él.

Otro caso dramático es el de José Antonio Hungría Fermín, de 22 años, fusilado en una alambrada, con los brazos abiertos y una pierna rota. No profirió ningún quejido.

En la Sala Memorial se muestra la fotografía donde el comandante cubano Delio Gómez Ochoa, uno de los seis sobrevivientes, identifica el cadáver del jefe de toda la expedición, el comandante Enrique Jiménez Moya.

Los coordinadores de este proyecto han planteado que el pasado sirve para hacer conciencia sobre los derechos y deberes humanos.

Conocer la historia contribuye a formar una generación más conciente, fortalece la identidad nacional y aclara el camino a seguir como sociedad.


Cuando se inauguró este memorial, Francis Pou, hija del expedicionario sobreviviente Poncio Pou Saleta, resaltó que la gesta de la Raza Inmortal, como han sido llamadas las Expediciones Patrióticas de Constanza, Maimón y Estero Hondo, ha encarnado en la historia contemporánea la defensa de los valores democráticos, la solidaridad, la justicia social y la libertad, como se desprende del Programa Mínimo de gobierno que ostentaban.


Que arribaron al país los gloriosos días 14 y 20 de junio de 1959, con el objetivo de derrocar al tirano Rafael Trujillo e implantar las bases para la creación de un régimen democrático y de libertad, enfrentó con decoro al aparato del Estado que el dictador, desde 1930, había conformado mediante el empleo brutal del terror y del establecimiento de una estructura militar y coercitiva, de típico corte fascista.

CARTA


15 de marzo del 1959 Carta de Octavio Mota Ricart (Tony) a su madre Ángela: “Mi querida mamá: Si alguna vez recibe esta carta, ya yo estaré muerto y en este momento lo único que se me ocurre es pedirte perdón por todas las cosas que te he hecho.

Lo único que te pido en este momento es que prosigas tu vida como si nada hubiera pasado, piensa que nada ni nadie es indispensable, jamás pienses ni trate de echarle la culpa a nadie de lo que ha ocurrido.

Todo lo he hecho lo he hecho con los ojos abiertos y sabiendo que era casi seguro que me mataría, pero a pesar de todo esto daría con gusto mi vida contar de acabar con la maldición que pesa sobre Santo Domingo desde hace 29 años.

Si mi actitud les ocasiona algunos inconvenientes, sinceramente, les pido perdón, pero cuando he visto a padres de familia que han abandonado hijos, mujer y todo, creo que jamás yo podría vivir tranquilo, sin hacer lo mismo.

Despídeme de papá, y de toda la familia, tu hijo que te adora y te pide la bendición: Tony. Post data: un abrazo para Jaime (hermano menor)”.

Mota Ricart vino en la expedición de Maimón, tenía 24 años, era abogado. Por tener los pies planos iba a ser descalificado de la operación, pero protestó enérgicamente alegando que nadie le podía impedir venir a pelear por su patria. Se cree fue asesinado en San Isidro.

jueves, 3 de junio de 2010

Encuentro con un "fósil viviente" en República Dominicana


Rebecca Morelle

BBC Ciencia.-Con un clima sofocantemente e insoportablemente húmedo, nos pusimos en camino hacia el corazón de los bosques tropicales de República Dominicana.


Estábamos en la búsqueda de uno de los mamíferos más extraños y antiguos del mundo: el Hispaniolan solenodon.

Pero encontrar uno no sería fácil. Los naturalistas creían que sería más probable ver un fantasma que a esta escurridiza criatura.

Y, de hecho, muy pocos se habían topado con ella cara a cara.

Fósil viviente
Al solenodonte nocturno, que se encuentra sólo en República Dominica y en uno de los últimos parches arbolados de Haití, a menudo se le describe como un "fósil viviente", gracias al hecho de que ha estado allí, prácticamente sin cambios, por los últimos 76 millones de años.

Esto significa que debió haberse paseado entre las patas de los dinosaurios gigantes en los días en que estos habitaban la tierra.

Investigadores están en la búsqueda del solenodonte: uno de los mamíferos más extraños y antiguos del mundo.

Además, tiene un aspecto extraño. Es del tamaño de un conejo, con una capa de pelo color marrón. Tiene los pies desproporcionadamente grandes, garras, ojos redondos pequeños y brillantes y nariz muy larga y fina.

Pero, quizá su característica más extraña (y prehistórica) es el hecho de que es el único mamífero que puede inyectar veneno a través de sus dientes, de la misma forma en que lo hace la serpiente.

El veneno, aunque no es mortal para los humanos, es la herramienta perfecta para esta especie insectívora, permitiéndole alimentarse de bichos mientras se mueve de noche por la selva.

Los últimos sobrevivientes

Sin embargo, esta criatura única ahora está en peligro.

Tanto República Dominicana y Haití (que juntos conforman la isla de La Española) tenían una diversidad de monos, musarañas, perezosos y roedores, pero estos murieron uno a uno, lo que ha dejado al solenodonte y a un roedor arborícola llamado jutía como los únicos mamíferos nativos que quedan.

Ahora, investigadores del Reino Unido y República Dominicana, con ayuda de una subvención de la Iniciativa Darwin del gobierno británico, se han embarcado en un proyecto llamado "los últimos sobrevivientes", que aseguran podría ser nuestra última oportunidad para salvar al solenodonte y a la jutía, antes de que desaparezcan de la selva para siempre.



En el programa están involucrados el Durrel Wildlife Conservation Trust, la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL por sus siglas en inglés), la Sociedad Ornitológica de La Hispaniola (SOH), el Parque Zoológico Nacional de República Dominicana (Zoodom) y el ministerio del Medio Ambiente.

Ver a uno en libertad será uno de esos momentos definitorios en la vida, dice Sam Turvey, investigador.

El doctor Richard Young, jefe de Ciencia de la Conservación en Durrell, explica: "El problema es que realmente no sabemos nada acerca de estos animales. No sabemos dónde están, cuántos son y cómo se relacionan con su hábitat".

De hecho dice Jorge Brocca, director del SOH, poca gente en República Dominicana ha visto alguno y muchos ni siquiera han oído hablar de ellos.

"Les hemos mostrado fotografías a los habitantes y la mayoría de ellos no sabe lo que son", dice Brocca.

Olfato

Nos dirigimos hacia la Sierra de Bahoruco, una montaña en el suroeste de República Dominicana, ubicada en la frontera con Haití. Su punto más alto alcanza una altura de 2.200 metros.

Cuando nos internamos en el bosque, José Nuñez Mino de Durell (quien esta trabajando en el campo con Pedro Martínez de SOH y los investigadores locales Nicolás Corona y Lleyo Espinal) me asegura que lo que está tratando de encontrar lo hace sentir un poco como detectives.

La primera pista es el olfato, dice mientras caminamos a través de la densa vegetación: "Éstas son criaturas que hacen hoyos en la tierra y utilizan su nariz como una sonda en la tierra para buscar insectos".

Cerca de allí encontramos lo que podría ser la entrada de una madriguera. Nuñez se inclina y aspira profundamente dentro de la cueva. Los solenodontes, dice, tienen un olor a humedad, casi como una cabra.

Y efectivamente, un olor acre se filtra fuera de la cuerva, una emocionante señal de que podrían encontrarse allí.

Es el único mamífero que puede inyectar veneno a través de sus dientes.

Sin embargo, hasta que cayera la noche, el solenodonte permanecería dormido en su guarida subterránea y podíamos hacer muy poco.

Para el doctor Sam Turvey, de ZSL, la posibilidad de avistar un solenodonte es emocionante: "No puedo decirte lo emocionado que estoy de ver uno. Estar en el medio de la selva, en el medio de la nada, en la noche será asombroso", dice y agrega:

"Ver a uno en libertad será uno de esos momentos definitorios en la vida".

El encuentro

Un grito retumba entre los sonidos del bosque: "Ahí tienen a uno. Tienen a uno", alguien exclama.

Es la mitad de la noche y Corona y Espinal han examinado la densa vegetación del bosque para localizar al escurridizo solenodonte.

Cuando llegamos, ellos ya lo habían colocado en una bolsa, que era la mejor manera de mantenerlo tranquilo mientras estaba temporalmente en cautiverio.

Lo sacaron de la cola, que según los investigadores era la manera menos estresante para sostener al animal.

Para ello, utilizaron guantes gruesos, esenciales para protegerse contra su picadura. Y eso, parece ser lo más pertinente ya que la criatura trataría de hundir sus afilados dientes en la mano de Turvey.

Entonces llega la oportunidad para mi mano cubierta por el guante. Por fin, cara a cara con el animal, me es fácil saber por qué ha sido nombrado como uno de los más extraños del mundo. Parece una cruza entre oso hormiguero, musaraña y rata. De vez en cuando, lanza un pequeño rasguño con sus enormes garras.

Es increíble pensar que aunque ha logrado sobrevivir 76 millones de años, hoy el animal esté en peligro.

Es increíble pensar que, aunque ha logrado sobrevivir increíbles tribulaciones -como el asteroide que acabó con los dinosaurios, grandes cambios en el clima y luego la llegada de los humanos — hoy, el animal está en peligro.

Los científicos aseguran que éste proyecto podría ser nuestra última oportunidad para salvar al solenodonte.

Los nuevos peligros

Tras pasar algunos días en la sierra de Bahoruco, algunos de los problemas que enfrenta este mamífero saltan a la vista.

A medida que avanzamos por la bien llamada autopista internacional -un camino lleno de baches que marca la frontera entre los dos países- las diferencias son claras

La parte dominicana es toda vegetación verde y exuberante y Haití es seco y café, con apenas un árbol a la vista. Y esto no ocurre sólo en la frontera. Mientras el 25% de República Dominicana está cubierto de bosque tropical, sólo 1% en Haití lo tiene.

La parte dominicana de la montaña está sufriendo estos problemas. Los haitianos pobres, desplazados por el terremoto, están cruzando la frontera hacia los ricos bosques de árboles de República Dominicana para hacer carbón para vender en Haití.

Pero la pérdida del hábitat no es el único problema que enfrenta el solenodonte. Los animales que han sido introducidos al país durante los últimos cientos de años están causando problemas.

"Los animales invasores como las ratas, mangostas, gatos y perros son la principal amenaza", dice Young.

Las cámaras sensibles al movimiento que han instalado el equipo han filmado gatos y ratas saliendo de las madrigueras."No sabemos casi nada"

A juicio de la Dr. Richard Young Durrell,lo que queremos hacer es asegurar la supervivencia a largo plazo de este animal único


Nuestro encuentro con el solenodonte se acerca al final, el equipo registra la ubicación donde se le ha encontrado, las medidas del animal y toma un mechón de pelos para obtener muestras de ADN.

Con esto intentan comenzar a construir una imagen científica más clara de la especie de la que se tenía hasta ahora.

"Este es un mamífero en una región del mundo que está bastante bien desarrollada, no es tan remota pero todavía no sabemos casi nada de él, lo que es muy impactante", asegura Young.

En los últimos tres años, el equipo de "Los Últimos Sobrevivientes2 ha buscado responder las preguntas básicas de los solenodontes: dónde se encuentran, cuántos son y cómo los afectan los problemas como la deforestación y la invasión.

Y, una vez que lo sepan, dice Young, la conservación del solenodonte puede ahora sí comenzar en serio: "Lo que queremos es asegurar la supervivencia a largo plazo de este animal único".

Tras finalizar las pruebas, la pequeña criatura es finalmente puesta en libertad. Se escabulle en el bosque.

Y a medida que se desvanece en la oscuridad de la noche, me siento esperanzada de que este increíble animal, que ha logrado sobrevivir los últimos 76 millones de años, podría de alguna manera y con la ayuda de los científicos permanecer como parte de estos bosques por muchos, muchos años más.