Obispo: “Aún así, no nos detendremos”

MANZANILLO, Provincia Monte Cristi, Rep. Dominicana.- El obispo emérito de Mao-Montecristi, y presidente del Instituto Para el Desarrollo del Noroeste, (INDENOR), monseñor Tomás Abreu Herrera, apela al Gobierno a impulsar la reconstrucción del puerto de Manzanillo, atendiendo a su posición geográfica de la región noroeste del país, a fin de desarrollar el comercio y el turismo.
A juicio del prelado católico, el puerto de Manzanillo es un “mega proyecto” que sólo quedó en papeles, porque su reconstrucción se hizo a medias y por tanto sus anhelos de que por este llegarán flotillas de barcos y hasta cruceros, se fueron a la borda.
Además, fue enfático al manifestar que “todo el capital se ha ido al Este y nos han dejado sin nada. Aún así, no nos detendremos”.
Sin embargo, Monseñor Abreu Herrera, advierte que llegará el día en que se busque y se promuevan ayudas para realizar con recursos suficientes las obras que el Estado deja de hacer en la Línea Noroeste.
Monseñor Tomás Abreu, entiende que a ninguno de los gobiernos le ha interesado nunca el muelle Manzanillo, ignorando que es un grave error, porque en la provincia hay una naturaleza exquisita para lograr un empuje comercial y turístico de la zona.
Dice que por su cercanía con Miami, Cuba y otras islas, Manzanillo constituye un puerto importante para hacer negocios, pero las autoridades gubernamentales y el sector privado no están interesados en este.
Insiste en que el deterioro del puerto de Manzanillo y la lentitud con que el gobierno asume su reparación llevaron a varias compañías navieras amenazar con dejar de atracar sus barcos en este muelle, una postura que pone en peligro la subsistencia de unos 1,100 productores de bananos de la región noroeste, cuya siembra esta destinada a la exportación a Europa y otros países del mundo.
Sólo en 2007 por el puerto de Manzanillo fueron exportados productos por un valor de US$35,563,360, de acuerdo con el Centro de Exportaciones e Inversiones de República Dominicana.
Entre los productos que son exportados a través de puerto de Monte Cristi se encuentran guineo, melón, limón, plátano y mango, pero el deterioro del puerto amenaza esa actividad.
“Este muelle ha sido remodelado medianamente, pero no hacemos nada con él, porque lo que necesitamos es que se construya un puerto con todas las condiciones para que en él puedan llegar grandes navíos, trasatlánticos que puedan traer el progreso comercial de la región”, enfatizó el religioso.
Sostiene que este muelle reviste una importancia vital, no sólo para la región, sino para el país, ya que la misma es de una riqueza e incomparable.
Dice Tomas Abreu que el puerto es pequeño no porque no hay espacio ni condiciones, sino, porque todo se ha quedado en papeles y en promesas incumplidas.
También asegura que a los problemas de deterioro de la infraestructura portuaria se suma la falta de seguridad, debido a que el acceso a la zona de carga no está controlado en forma rigurosa, lo que permite que personas que no trabajan en el lugar circulen sin restricción por todas sus áreas.
Inversión 5 millones euros
En 1999 la Oficina del Ordenador de Lomé anunció que la Unión Europea prometía una inversión de cinco millones de euros para rehabilitar el muelle. Uno de los sueños más grande lo vendió la empresa Trans-Dominicana de Desarrollo, que administró el puerto por varios años. Sin embargo, el proyecto quedó sepultado en la Oficina Nacional de los Fondos Europeos que lo guarda en sus archivos como referencia.

Su plan para mejorar el muelle generaría 50 mil empleos e incluiría “un mega puerto”, una zona franca industrial, comercial y bancaria. También, 1,200 unidades habitacionales, astilleros, central eléctrica, parque ecológico y un complejo turístico de mil habitaciones con una marina de 400 amarres.